
En la Feria Internacional de Productos y Servicios Funerarios, Funermostra, cerca de un centenar de firmas expositoras han desvelado sus últimas innovaciones al sector. Urnas que ‘crecen’ a partir de filamentos de hongos cultivados sobre residuos orgánicos de setas shiitake; los primeros féretros de cerámica desarrollados en España, o vivir la Arcade Expericence, una cápsula espacial que permite realizar un vuelo virtual inmersivo sobre las instalaciones de la firma, son solo algunas de las propuestas que marcan las tendencias en esta edición.
La feria, que se celebrará hasta el próximo jueves 16 de octubre, abre las puertas a su 18ª edición como la feria profesional de referencia en torno al sector funerario, una cita clave para el negocio de la industria funeraria pero también para el diálogo y la reflexión sobre el futuro del sector. Un sector que demanda innovación, sostenibilidad y, sobre todo, personalización en el servicio. No en vano, como destaca el secretario general de la patronal Panasef, Alejandro Quinzán, “cada servicio funerario es único y en un futuro cercano, cada uno de los 400.000 servicios que se realizan anualmente en España, serán diferentes”.
Entre otras de las novedades que se han podido ver en Funermostra destaca una nueva alternativa sostenible de arte floral, basada en composiciones con flores secas y preservadas que eliminan por completo el uso del plástico. También se han presentado servicios integrales de localización de herederos y asesoramiento en herencias, junto a féretros fabricados en cartón reciclable o modelos que permiten a familiares y amigos escribir dedicatorias personalizadas como homenaje final.
Según ha destacado José Vicente Aparicio, presidente de Funermostra, “esta edición refleja el momento de transformación que vive el sector, donde la innovación tecnológica convive con la sostenibilidad y una nueva sensibilidad hacia la personalización del servicio. Funermostra es el escaparate donde se define el futuro del sector funerario”.
La industria del más allá digital: desafíos éticos, regularización y educación ante una nueva era del duelo
La investigadora Katarzyna Nowaczyk-Basińska, del Centre for the Future of Intelligence de la Universidad de Cambridge, ha presentado en Funermostra la conferencia titulada “Griefbots, Deadbots, Avatares Póstumos: desarrollos actuales y futuros posibles de la industria de la vida digital después de la muerte”. Una charla imprescindible, patrocinada por Memora, para comprender cómo la inteligencia artificial está transformando la forma en que afrontamos la pérdida, la memoria y la idea misma de inmortalidad en la era digital.
En su intervención, Nowaczyk-Basińska ha explorado el fenómeno emergente de la vida digital post morten, un nuevo campo en el que convergen la tecnología, la ética y los rituales del duelo. La investigadora analiza el desarrollo de herramientas impulsadas por IA como los griefbots, deadbots y avatares póstumos, que permiten recrear digitalmente a personas fallecidas a partir de sus datos personales, patrones de lenguaje o recuerdos compartidos, “creando la ilusión de que decir adiós, ahora es un hasta luego”.
Durante la charla, la investigadora ha ofrecido una visión panorámica del estado actual de la industria del “más allá digital”, desde sus primeros experimentos en los años 2000 hasta la actual irrupción de la inteligencia artificial generativa. Este avance tecnológico ha democratizado el acceso a herramientas que antes solo estaban al alcance de grandes empresas, abriendo un debate profundo sobre los límites éticos, emocionales y sociales de su uso.
Uno de los temas abordados han sido los nuevos desafíos éticos vinculados al consentimiento y la privacidad post mortem, los riesgos psicológicos asociados a la interacción con representaciones digitales de personas fallecidas, y la necesidad de regulación y diseño responsable en un mercado cada vez más comercializado.
Nowaczyk-Basińska también ha planteado los diferentes futuros posibles de la industria funeraria digital, destacando oportunidades para la innovación social y la aparición de nuevos perfiles profesionales, como gestores o asesores de legado digital. Además, ha subrayado la importancia de la educación y la sensibilización ciudadana para afrontar este cambio cultural de manera informada y ética.
“La pregunta ya no es si podemos construir la inmortalidad digital, sino cómo hacerlo de forma responsable, sostenible y respetuosa”, ha afirmado la investigadora.