Reproducimos un artículo original de alGenio marketing online
La digitalización de distintos negocios y sectores tras la llegada de la COVID- 19 es ya innegable. Las ferias y eventos no han sido una excepción: en menos de un año los eventos presenciales multitudinarios han dejado paso a conferencias digitales de todo tipo. Algo que se nos antojaba impensable a principios de 2020, es ahora, a inicios de 2021, imprescindible para aquellos que no quieren perder el contacto con las novedades de su sector.
Para no quedarse fuera de este nuevo escenario, las empresas han tenido que adaptarse a este cambio a un ritmo forzado. Aunque para muchos puede haber sido un proceso complicado, no son pocos los que ya cantan las alabanzas de este nuevo formato.
Qué es una feria digital?
Las ferias digitales se presentan ahora como una alternativa a los tradicionales eventos presenciales, pero no son ninguna novedad. Hace mucho que las empresas aprovechan su presencia digital para aumentar su alcance y favorecer su crecimiento. Y es que el objetivo de una feria digital no es distinto del de cualquier evento presencial: crear un entorno donde se comparte la experiencia de ponentes y asistentes al evento, fortaleciendo las relaciones comunicativas y comerciales entre la comunidad. Porque hablar cara a cara con tus clientes, prospectos y colegas de profesión sigue siendo una de las mejores maneras de transmitir tu mensaje y generar confianza.
Los beneficios de una feria en formato digital
Si has participado en la organización de una feria con asistencia presencial o has acudido a alguna, seguramente te habrás encontrado con algún que otro contratiempo. Las limitaciones propias generadas por el COVID-19 son evidentes. Para los organizadores y participantes, este tipo de evento presencial supone un coste añadido bastante alto que sumar a los ya existentes: alquiler de espacios, imprimir el material de difusión, transporte y hoteles para los ponentes, personal, etc. En una feria digital se eliminan la gran mayoría de estos costes, centrando toda la inversión en la creación de un contenido de calidad para el evento, que se ofrece en streaming o en formato descargable. Además se garantiza la seguridad de los presentes. Es importante aclarar que la feria en formato digital no es un sustituto a la feria o evento presencial, pero si es un complemento perfecto que tener en cuenta. Usado correctamente supone un refuerzo útil y dinamizador.
El número de posibles asistentes ha sido uno de los grandes desarrollos. Las nuevas plataformas especializadas están preparadas para recibir, de forma organizada, a todas aquellas personas que quieran asistir. Bajo un correcto desarrollo promocional, prácticamente no hay límite en la cantidad de personas que pueden ver el evento en directo o interactuar digitalmente con él. Si sumamos todas las que, además, podrían ver una grabación del mismo, el alcance de la feria o evento puede alcanzar una cuota de difusión similar o superior al formato físico.
Para los asistentes, las ferias en formato digital también son muy cómodas. Se limita el desplazamiento de personas y se garantiza la seguridad en materia sanitaria. Se evitan aglomeraciones y colas, disfrutando de un contenido de calidad a unos pocos clics. De hecho, así tienen la posibilidad de acudir a eventos que, de otra forma, no habrían estado en su calendario, ya sea porque no les convenía geográficamente o porque no se ajustaba a sus posibilidades.
¿Un sustituto del formato presencial?
A pesar de todos los beneficios que las ferias digitales aportan tanto a organizadores como a asistentes, también hay una serie de desventajas que no podemos pasar por alto.
Para empezar, es mucho más complicado llamar la atención del usuario. Es cierto que la asistencia digital es mucho más cómoda. Quizás precisamente por eso es mucho más sencillo conseguir que nuevos participantes se apunten a una feria digital, pero mucho más complicado que se queden hasta el final del evento. La inversión en tiempo y dinero por parte del asistente es menor, por lo que no sienten la obligación de quedarse para sacar el mayor provecho posible. Cuando el usuario está detrás de su pantalla es fácil que se distraiga, se desconecte en cualquier momento o salga de la ponencia si considera que tiene otra cosa mejor que hacer.
Por eso, es fundamental enfocarse en ofrecer un contenido de calidad a los asistentes desde el primer minuto. La clave está en adaptar el calendario y el formato expuestos orientándose a la participación online. No es suficiente con trasladar tu evento físico al canal digital. Se debe tener en cuenta las particularidades de un nuevo público y ofrecer aquello que será de interés. Por ejemplo, eliminar las presentaciones protocolarias, tan frecuentes en los eventos presenciales, y pasar directamente al grano ayuda a aumentar la retención de los visitantes que entran solo para ver si hay algo interesante.
La promoción de eventos digitales
Algo que no cambia, sin importar si la feria es digital o presencial, es la importancia de la promoción para hacer saber a los potenciales asistentes de su existencia. Y al tratarse de un evento digital, los canales de promoción también digitales son básicos.
Internet se ha convertido en el lugar más utilizado para la difusión de ferias y eventos. Plataformas publicitarias de primer nivel como Google Ads, Facebook Ads o Bing Ads, son la clave de una estrategia digital adaptada al mundo actual. La elección del tipo de campaña a escoger para dar a conocer una feria o evento variará dependiendo de factores como el presupuesto, el número objetivo de posibles participantes, o del tipo de público a quién quieras llegar… Diseñar una estrategia de promoción es la mejor manera de asegurarte de que tu evento será un éxito de asistencia.
En el equilibrio está la virtud
Algo que no podemos negar es que somos seres sociales. Es complicado sustituir la interacción física con otras personas en lugares especialmente destinados a este fin por una videollamada o la asistencia a una conferencia a distancia. Las relaciones comerciales que se generan en los eventos presenciales tienen una mayor solidez, el impacto y repercusión económica de un evento físico multiplica al formato digital. Ambos formatos usados de forma correcta generarán valor y cumplirán su cometido.
Lo ideal es complementar ambos canales para beneficiarse de las ventajas de cada uno de ellos, cosa que ya venían haciendo muchas empresas antes de la pandemia. Lo que no podemos olvidar, es que las ferias digitales no son algo pasajero. Han llegado para quedarse y su aprovechamiento aumentará la repercusión y alcance de eventos y ferias en todo el mundo.
