La segunda edición de los premios ha distinguido la mejor operación del año, el proyecto con mayor impacto social, el mejor fondo y destino para invertir, además de la startup proptech más innovadora
Los galardones tienen el objetivo de reconocer a las empresas de capital que están impulsando la transformación del Real Estate hacia modelos más innovadores, tecnológicos y sostenibles
Los The World-Class District Awards 2023, galardones encargados de reconocer aquellas organizaciones que están transformando el Real Estate Europeo y promoviendo iniciativas disruptivas, se han entregado en el marco de la segunda edición de The District. En esta convocatoria los premios han recibido 91 candidaturas de proyectos que apuestan por una transformación transversal del sector del Real Estate basada en la innovación, los criterios ESG y la aplicación de la tecnología.
En este sentido, el Premio La Vanguardia a la Mejor Operación Inmobiliaria del Año ha sido para Blasson, por la compra del Hotel Sofia Barcelona por 180 millones de euros a Brookfield. Como finalistas han resultado AX Partners, una firma involucrada en la reactivación de económica de Barcelona a través de la adquisición y remodelación de inmuebles que posteriormente se destinan al alquiler; y Greystar y Via Célere, por la creación de una ‘Joint Venture’ a fin de adquirir una cartera de 2.425 viviendas en alquiler en el país.
Por su parte, el Premio JLL al Mejor Destino para Inversión Inmobiliaria se ha fallado a favor de Newdock Fahala por su esfuerzo para alcanzar la certificación LEED Platino que ha implicado un avance en materia de sostenibilidad, eficiencia operativa y bienestar de los ocupantes. En esta final también ha participado Incàsol- Generalitat de Catalunya, por El Parc de l'Alba, el mayor desarrollo urbanístico en curso de Cataluña ubicado en el área metropolitana de Barcelona, donde se crearán 5.377 nuevas viviendas (50% de protección oficial) y 1.565.150 m2 de actividades innovadoras de alto valor económico añadido. Asimismo, Denkool Corporate Living, especializada en Corporate Coliving para propietarios e inversores, ha quedado finalista tras presentar su solución de alquiler temporal de viviendas para jóvenes profesionales que necesitan trasladarse a otra ciudad o país por un periodo limitado de tiempo.
La sostenibilidad también ha ocupado un gran espacio en esta edición de los premios. Es por ello por lo que el Premio Cushman & Wakefield a la Mejor Operación Inmobiliaria con Mayor Impacto ESG ha sido para Conren Tramway, por su proyecto LaMercedes, que convierte una antigua fábrica de automóviles Mercedes-Benz de Barcelona en un espacio de uso mixto de 185.000 metros cuadrados para aprender, trabajar, jugar y vivir. En esta final también han competido Newdock, con su Certificación Platino en Newdock Illescas, dos edificios que incluyen materiales de bajas emisiones, reducción de desechos y bienestar de los empleados; y LAR España, con su propuesta para un comercio minorista centrado en una ESG unificada e integrada en las políticas corporativas.
El Premio Caixabank al Mejor Fondo Inmobiliario, Sociedad Gestora o Grupo Inversión ha reconocido la labor de LAR España, que debutó en el Mercado Continuo en 2014 captando 400 millones de euros de inversores institucionales para inversiones a largo plazo en inmuebles terciarios de calidad. Como finalistas en esta categoría han quedado Sonae Sierra, por su historial de acuerdos cerrados en diversas geografías y sectores. Y, Starwood Capital Group Funds, por transformar los espacios de trabajo tradicionales en centros colaborativos, experienciales e impulsados por la tecnología.
Finalmente, QLIP, ha ganado el Premio AEDAS Homes a la Mejor Startup Proptech en la que Invertir por el desarrollo de una potente plataforma SaaS diseñada para agentes inmobiliarios. Como finalistas han competido Lorum Software Development, con una ‘suite’ completa que integra todos los departamentos y puede apoyar todas las fases de un proyecto, desde el principio hasta el final; y Libeen Smart Housing, por su propuesta transformadora en la compra de vivienda a la vez que ayuda a los inversores a desplegar grandes cantidades de fondos en una cartera de activos de bajo riesgo con un enorme impacto social.
